Christian es un vendedor de vino de Copenhague al borde de la quiebra. Igualmente fracasado en casi todos los demás aspectos de la vida, han pasado 17 meses desde que su esposa Anna lo dejó. Anna trabaja como agente de fútbol en Buenos Aires y ahora vive una vida de lujo con el mejor jugador de Argentina, Juan Díaz. Entonces, un día, Christian y su hijo Oscar, de 16 años, se suben a un avión a Buenos Aires. Christian llega con el pretexto de querer firmar los papeles del divorcio, pero en realidad quiere intentar recuperar a Anna.