Giulio, un adolescente vive con su padre. Está enamorado de su madre, Agnese, porque sus manos fueron las primeras en darle la bienvenida. Recuerda el último fin de semana que pasaron juntos. Cuida pero no ama, se pierde en sus pensamientos y no deja que nadie se acerque, ni siquiera él. Dos días para entendernos, dos días para amarnos y para irnos al final. En su funeral, roba el coche fúnebre y se marcha.