En la década de 1970, con Grecia bajo el dominio de una junta militar, el preadolescente Stavros descubre un extraño acompañamiento al despertar de Eros: subvierte los significados de los mitos clásicos, creando extraños síntomas físicos en quienes lo rodean.
Los padres conservadores de Stavros, desconcertados y confundidos, lo llevan de especialista en especialista. Los diagnósticos varían, hasta que una adivina determina que el niño es víctima de una rara y antigua enfermedad, que se manifiesta cuando está enamorado.
Después del colapso de la junta, mientras Stavros enfrenta las dificultades del amor y la política en la universidad, la influencia de su extraña aflicción se extiende, desde su entorno inmediato hasta el ámbito político.