En la oscuridad de la noche, pocas horas después de la muerte de Mozart, los sospechosos habituales (Konstanze, Salieri, van Swieten, etc.) son convocados a la habitación de Mozart por el Conde Pergen, jefe de la policía secreta, que consideraba a Mozart un potencial revolucionario. Sobre el cadáver, los interroga, tratando de descubrir la verdadera causa y el significado de la desaparición de Mozart.