Más que nada en el mundo, Maud, de cuarenta años, quiere un hijo propio. Es un sentimiento tan abrumadoramente fuerte que se apodera de todos los aspectos de su existencia. Para volver a poner su vida en perspectiva y ayudarla a enfrentar su dolor, se obliga a ver a familias felices recogiendo a sus hijos de la escuela. De camino a casa se siente un poco mejor y comienza a coquetear con un hombre en bicicleta que la espera al otro lado de un puente de canal abierto. Pero cuando el puente se cierra, de repente ve a su hijo pequeño sentado en el asiento para niños de su bicicleta. Cuando se cruzan en el puente, intercambian miradas; su exploración, la de ella confundida. En ese preciso momento, un automóvil a toda velocidad choca contra su bicicleta arrojando al niño del asiento para niños y hacia las turbias aguas del canal. Maud está en estado de shock, pero se da cuenta de que el niño está en el agua y salta tras él. En una lucha física y emocional bajo el agua, Maud intenta desesperadamente salvar al pequeño hasta que se da cuenta ...