1994, Sarajevo. No hay agua, ni electricidad ni comida en la ciudad sitiada. Tea Mikic, a pesar de las horribles condiciones de la guerra, logra mantener su positividad. Perdió a su marido durante la guerra y es completamente autosuficiente. Se está preparando para algo por la mañana, por lo que decide lavarse el cabello a pesar de que todos sus suministros de respaldo se han agotado. Empieza su desesperado viaje en busca de agua, y ni sus vecinos ni el fuego de los francotiradores pueden detenerla.