PVC-1 es una película filmada en una sola toma continua, inspirada en la historia real de la lucha por la supervivencia de una mujer inocente después de que le colocan una bomba de cuello.
En Colombia, una familia campesina es víctima de un acto de violencia inusual. Una familia criminal, con la esperanza de obtener un rescate de 15 millones de pesos, planea colocar una bomba de cuello al padre. Pero los planes cambian, y es la madre quien lleva la bomba y ahora está atrapada en esta pesadilla física y mental de la que debe liberarse.
En una secuencia ininterrumpida de película, seguimos la angustiosa carrera contra todo pronóstico, en coche, a pie, en tren, luego cruzando un río, y llegando al pequeño pueblo casi vacío, para encontrarse con el equipo de desactivación de bombas: un solo hombre cuya única herramienta parece ser su fe.
El hombre de las bombas de la Policia Nacional comienza a trabajar en ella, pero es un verdadero desafío con solo una vela para calentar la pequeña hoja de cuchillo del almuerzo. Luego llegan los hombres militares, con su pompa y grandes palabras, luego la ambulancia, con las sirenas sonando, luego el sacerdote y los transeúntes. Todos mirando los eventos que se desarrollan, desde detrás de la cinta amarilla.
La madre y el hombre de las bombas intentan pasar el tiempo con conversaciones sobre la familia y el amor, pero es muy distraído. El calentamiento y corte continúan furiosamente, y luego vemos que la cara del hombre de las bombas cambia, está enfrentando más de lo que pensaba. Es una bomba química, y algunos vapores se liberan y los hace toser y jadear por aire. Ella cae y deja de respirar, pero los asistentes de la ambulancia están allí para salvar a esta mujer moribunda. El hombre de las bombas continúa trabajando en el detonador químico, que debe quitar del plástico, lo cual logra. Pero eso es solo parte de la tarea, queda trabajo por hacer.