Dos mujeres se van juntas. Uno se encuentra con un hombre que la distrae de estar allí para su amiga. El amigo traicionado dice: "Un día me necesitarás y luego no estaré allí para ti". Cuando se marchan juntos, los roles se invierten, la amenaza se convierte en realidad. Pero las dos situaciones no son exactamente iguales: el hombre en el primer escenario era benigno, el hombre en el segundo escenario es tóxico. Esa y otras diferencias desplazan el paralelo entre los dos eventos.