El ex jugador de béisbol de las grandes ligas Tony Micelli y su hija, Samantha, llegan a la casa de Connecticut de la ejecutiva Angela Bower, donde Tony ha aceptado un trabajo como ama de llaves. Los Bowers son una familia interesante, por decir lo menos. Angela está tensa y obsesionada con su trabajo. Su hijo, Jonathan, es tímido y carece de autoestima, y su madre, Mona Robinson, es una zorra hambrienta de hombres. Tony pronto los conquista con su estilo relajado, y pronto comienzan a relajarse. Con el tiempo, las tensiones románticas comienzan a aflorar entre Angela y Tony, y vemos crecer a los niños.