Fabio acaba de cumplir ocho meses de prisión por un delito que no cometió, en sustitución de Claudio, amigo suyo; Ex boxeador, un delincuente de pequeño calibre que aspira a convertirse en el jefe del Mandrione. Claudio maneja varios oficios de tráfico y también organiza peleas de perros. Siempre que sus perros resultan heridos, se dirige a su amigo Fabio, quien, clandestinamente en la trastienda de su baño de perros, se ocupa de pequeños procedimientos quirúrgicos y medicamentos. La amistad entre Fabio y Claudio es muy ambigua, casi enfermiza. Claudio tiene una personalidad bipolar que a veces le lleva a actuar con extrema malicia en comparación con Fabio que parece sufrir sin reaccionar. Todo esto dura mucho tiempo, hasta que un día Fabio, incapaz de soportarlo más, decide llevar a cabo su terrible venganza.