En 1978, el sheriff Reed captura al desquiciado asesino en serie conocido como The Death Valley Drifter en el desierto y el criminal es condenado a muerte. En la actualidad, el Sheriff Reed está a punto de jubilarse y será reemplazado por su hijo. Mientras están comiendo en una parada de descanso en medio del desierto, un automóvil fuera de control con tres ladrones que robaron un casino se detiene en el lugar para reabastecerse de combustible. Uno de los atracadores es el exnovio de la camarera Maya, y otro delincuente resulta herido en el asiento trasero. Hay un tiroteo entre los ladrones y los alguaciles y su auto explota, sin embargo el cuerpo del criminal herido se desvanece y los sobrevivientes descubren que están varados en el lugar. Además, son acechados y perseguidos por un demonio con hedor conocido como The Reeker.