La amistad entre dos ancianos se convierte en amor. Un poco descuidado, cansado y frágil, Philippe Lanctot se muda a una casa de reposo. El administrador dice que quiere que él sea feliz, pero eso parece estar lejos de su mente: está esperando morir. Luego, sin previo aviso, entra en su habitación el voluble Victor Laprade, que saca a Philippe durante los próximos meses. Víctor le da a Philippe el regalo de experimentar el momento. A cambio, el adinerado Philippe organiza excursiones para cenar y un jardín botánico y, sin que Víctor lo sepa, se convierte en el benefactor del hombre cuando los hijos de Víctor se vuelven tacaños. Víctor, abiertamente gay, también empuja a Philippe a reconocer los sentimientos que siempre ha mantenido reprimido.