Esto se establece en un futuro cercano, cuando a los convictos se les ofrezca la oportunidad de ser voluntarios como sujetos médicos con la esperanza de acortar sus condenas. Cuando un prisionero se encuentra a sí mismo como paciente de prueba de un nuevo fármaco capaz de generar sentimientos de amor, comienza a cuestionar la realidad de sus emociones y se propone descubrir la verdad.