Donna May es una consejera de duelo que de repente se encuentra afligida y sola después de la muerte atropellada de su esposo, Robert. Poco después de la muerte de Robert, el hijo adoptivo separado de Donna, Kevin, aparece en su casa, afirmando que ha limpiado su conducta y quiere recuperar su confianza. Donna acepta a Kevin a regañadientes, aunque no se han visto desde una pelea violenta que ella y Robert tuvieron con él cinco años antes, cuando lo atraparon robándoles dinero. No pasa mucho tiempo para que emerja el lado agresivo de la personalidad de Kevin. Afirma que Robert había estado engañando a Donna y le impide salir de la casa o recibir visitas. Las tarjetas de crédito y los cheques de Donna desaparecen y Kevin no le permite contestar el teléfono. Cuando el abogado de Donna es encontrado muerto después de que Kevin lo acusó de ser un fraude, ella se convence de que Kevin lo mató e intenta escapar de la casa, en lo que puede resultar ser una lucha por su vida.