The Challenger Disaster
El desastre del Challenger fue un evento trágico que ocurrió el 28 de enero de 1986, cuando el transbordador espacial Challenger explotó 73 segundos después de su lanzamiento, causando la muerte de los siete tripulantes a bordo.
La misión STS-51-L tenía como objetivo poner en órbita un satélite de comunicaciones, pero debido a una falla en uno de los propulsores sólidos, el transbordador se desintegró en el aire.
Este desastre conmocionó al mundo entero y puso en duda la seguridad de los viajes espaciales tripulados. Se llevaron a cabo investigaciones exhaustivas para determinar las causas del accidente y se implementaron cambios significativos en los procedimientos de lanzamiento y en la cultura de seguridad de la NASA.
El Challenger Disaster sigue siendo un recordatorio sombrío de los peligros y desafíos asociados con la exploración espacial, y un tributo a los valientes astronautas que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber.