Desde la caída del Telón de Acero, aproximadamente cuatro millones de niños se han encontrado viviendo en las calles de los antiguos países de la Unión Soviética. Solo en las calles de Moscú hay más de 30.000 sobrevivientes de esta manera en la actualidad. Los realizadores del documental se concentraron en una comunidad de niños sin hogar que vivían al día en la estación de tren de Moscú Leningradsky. Sasha de ocho años, Kristina de once años, Misha de trece años y Andrej de diez, sueñan con vivir en una casa comunal. Pasan las noches de invierno tratando de mantenerse calientes acurrucados juntos en las tuberías de agua caliente y la mayor parte de sus días los pasan mendigando. Andrej se ha encontrado aquí debido a desacuerdos con su familia. Kristina fue impulsada a esta forma de vida por el odio de su madrastra y Roma de doce años por las palizas regulares que recibía de su padre constantemente borracho. "Cuando es peor, tratamos de ganar dinero para la comida mediante la prostitución", admite ...