Este documental tardó cinco años en realizarse y gira en torno a Okuzaki Kenzo, de 62 años, un superviviente de los campos de batalla de Nueva Guinea en la Segunda Guerra Mundial que ganó notoriedad lanzando pinballs de acero al Emperador Showa para protestar contra lo que él consideraba ser los crímenes de guerra del gobernante. Al comenzar a entrevistar a sobrevivientes y familiares, encuentra que la verdad del pasado es esquiva, logrando un gran avance solo cuando se enfrenta al ex sargento Yamada, quien admite a regañadientes la ocurrencia y la fuente de instrucción de ciertas atrocidades.