Rille está llegando a la mayoría de edad en una ciudad sueca; es regordete, estoico y deliberado. Su hermano menor Erik es pequeño e impulsivo. Son el yin y el yang. Sus padres están separados, su padre es un alcohólico bien intencionado a quien ven en ocasiones. Rille se enorgullece de ser el guardián del equipo de ping-pong en un centro juvenil, donde es el mejor jugador; Erik sale con chicos que se burlan de Rille, difundiendo rumores sobre quién podría ser realmente su padre biológico. Su madre, con sobrepeso y dependiente de Rille, tiene un visitante frecuente, Gunnar, un pequeño empresario calvo. Las cosas llegan a un punto crítico cuando Rille escucha a su madre y Gunnar hablando e insiste en saber la verdad.