Ruth lo tiene todo. Un cuerpo grande y verrugoso, una casa estándar en los suburbios, dos niños llorones, un perro, un gato y un conejillo de indias. También tiene a Bobo, su infiel marido contable que se resiente por su propia existencia. Bobo quiere y es querido por Mary Fisher. Mary Fisher vive en un faro junto al mar y escribe sobre el amor. Cuando Bobo deja a Ruth por el novelista, decide que Mary Fisher no sabe nada sobre el amor. Ruth tiene la intención de enseñarle.