En sus años crepusculares, un viejo ermitaño cansado, confinado a sí mismo en un apartamento lúgubre y sórdido, se da cuenta de que está tristemente reducido a un mero fragmento de su antiguo yo vivo. En esta burla de una vida, sólo una foto gastada muestra a la persona feliz que alguna vez fue el recluso; ahora, su único compañero es una larva blanca sin patas que guarda en su cajón. El anciano está envuelto en el olvido y la decadencia. ¿Puede recrear algo de su felicidad pasada?