Simon Armitage presenta la extraordinaria historia del juicio por brujería más perturbador en la historia británica y el papel clave que desempeñó en él una niña de nueve años.
Jennet Device, una mendiga de Pendle en Lancashire, fue la testigo estrella en el juicio en 1612 de su propia madre, su hermano, su hermana y muchos de sus vecinos y, gracias a su testimonio escalofriante, todos fueron ahorcados.
En 'The Pendle Witch Child' el poeta Simon Armitage explora el poder letal e influencia de las palabras de un niño - una historia de miedo, magia y pactos demoníacos contada en parte con animación vívida e innovadora dibujada a mano.
Descubre cómo la aparición de Jennet en el estrado de testigos proyectó su sombra mucho más allá de Lancashire, impresionando a abogados, políticos, clérigos e incluso al propio Rey y estableciendo un oscuro precedente para el testimonio de niños en juicios por brujería tan lejos como América.
Finalmente, en un giro dramático de la historia, revela cómo, 22 años después del juicio original, las propias palabras de Jennet estuvieron a punto de ser su perdición - cuando ella misma fue juzgada, acusada de ser una bruja por un niño de 10 años.
Con la ayuda de los historiadores Malcolm Gaskill, Diane Purkiss y Ronald Hutton, Simon Armitage intenta adentrarse en la mente de Jennet y comprender cómo la hija más joven, ilegítima e iletrada de una familia de mendigos pudo convertirse en peón y jugadora en una historia mucho más grande de religión, poder, ley, ciencia y monarquía del siglo XVII.
¿Qué hizo que Jennet hablara para que todos los que conocía murieran? ¿Y cómo decidieron los tribunales admitir su testimonio y permitir que su ejemplo creara un precedente para aceptar el testimonio de otros niños testigos que querían enviar a sus vecinos a la horca?
Aunque los eventos en esta película pueden remontarse a cuatrocientos años atrás, sus problemas resuenan hoy tanto como siempre - ¿cuándo creer a nuestros hijos, cómo deberían manejar los testigos infantiles la policía y el sistema judicial y, sobre todo, cómo, en tiempos de crisis, el miedo al mal puede llevarnos fácilmente a comportarnos de maneras que pueden corroer los valores que más deseamos proteger.