En la víspera de Navidad, los miembros de la realeza se dirigen a Sandringham, sacados de las bolas de naftalina para la ocasión y Camilla no está contenta cuando Kate declara que quiere cocinar la cena para la familia, a pesar de las aterradoras medidas de austeridad de la princesa Ana. Charles tampoco se complace en saber que un referéndum prefiere a William como rey, en lugar de a su padre, con el fantasma de George III interviniendo para ayudar a tomar una decisión. A Pippa le molesta que Harry la abandone para ayudar a la cantante Ellie Goulding a organizar un comedor de beneficencia para las personas sin hogar, pero Beatrice y Eugenie están encantadas de ver a sus padres reconciliados, hasta que descubren el motivo de su padre. Camilla continúa saboteando los esfuerzos culinarios de Kate, ayudada por la presencia de las personas sin hogar invitadas por Harry, pero es Kate quien salva el día en que el discurso de Navidad equivocado de Charles casi inicia una guerra con Europa.