En una pequeña aldea vivían tres hermanos que eran muy diferentes entre sí. El hermano mayor era fuerte y valiente, el hermano del medio era inteligente y astuto, y el hermano menor era amable y generoso.
Un día, la aldea fue amenazada por un feroz dragón que exigía un tributo de oro a cambio de no destruir el lugar. Los tres hermanos decidieron unir sus habilidades y enfrentar juntos al dragón.
El hermano mayor luchó valientemente contra el dragón, el hermano del medio ideó un plan para distraerlo, y el hermano menor utilizó su bondad para calmar al dragón. Finalmente, lograron derrotar al monstruo y salvar a la aldea.
Desde ese día, los tres hermanos se convirtieron en héroes y fueron admirados por todos en la aldea. Aprendieron que juntos podían superar cualquier desafío y que la unión era su mayor fortaleza.