A los 16 años, Tony abandonó la escuela secundaria de habla inglesa en Montreal. En problemas con la ley y en desacuerdo con su madre soltera que lucha, Tony es enviado a Juvie, donde se da cuenta de que no es ni tan duro ni tan desfavorecido como pensaba. Luego regresa a casa con un pase de fin de semana solo para encontrar a su hermano menor siguiendo sus pasos.