Aquiles se niega a devolver el cuerpo de Héctor a los troyanos, dado que Héctor mató a Patroclo, que ocupó el lugar de Aquiles en el duelo, por lo que Príamo se dirige solo al campamento espartano para recuperar y enterrar a su hijo. Aquiles está impresionado por la sinceridad del anciano rey y le concede su deseo, junto con una tregua de doce días para los rituales funerarios. Sin embargo, Agamenón y Menelao critican su decisión y planean romper la tregua. Hay evidencia de un espía espartano en la ciudad y Andrómaca culpa a Helen, pero el asalto a Troya comienza de todos modos.