En un paisaje desolado e incoloro se encuentra una casa de baños en ruinas dirigida por un ciego inflado, su esposa sufrida y su hijo Anton, que hace todo el trabajo. Es solitario y poco sofisticado, y se enamora de la bella Eva, que viene a bañarse con su padre. Cuando Eva y su padre pierden su casa, vienen a la casa de baños para quedarse, pero pedazos del techo caen sobre el anciano y muere. Eva culpa a Anton, y parece buscar los brazos del bruto Gregor. ¿Puede Anton recuperar su corazón, hacer que la casa de baños pase una rigurosa inspección gubernamental y ayudar a mantener a sus padres empleados? Esperando en algún lugar está la isla paradisíaca de Tuvalu.