Varg Veum es convocado por el jefe de policía Hamre a un drama de rehenes en una granja en las afueras de Bergen. Una pareja casada ha sido brutalmente asesinada y toda la evidencia apunta a su hijo adoptivo, Jan Egil, de 16 años. El niño se niega a hablar con nadie más que con Veum, quien lo conoce desde pequeño. Jura que no había matado a sus padres adoptivos. Pero hay un par de trabajadores sociales en el hogar de asistencia social para niños callejeros, donde Egil había aterrizado cuando tenía 1 año. Se sintieron profundamente conmovidos por el drama como defensores de la población joven del hogar social, pues ha estado plagado de un nuevo drogue llamado GHB (ácido hidroxibutírico) y varios niños han muerto por él. Cuando Egil se declara culpable del asesinato, Hamre, el jefe de policía, le pide a Veum que se libere de un caso resuelto. Pero Veum descubre que Egil se ve obligado por el conocimiento de una realidad inquietante sobre su padre adoptivo y esta droga.