Alice está feliz de dejar atrás su trabajo tan estresante como negociadora de rehenes para poder pasar más tiempo con su familia. Sus planes se ven frustrados cuando su hija es secuestrada y el secuestrador no envía una demanda de rescate. Obligada a volver a entrar en un mundo que pensó que había dejado atrás, Alice investiga el crimen por su cuenta y descubre que el perpetrador tiene una venganza personal contra su esposo.