En World Wide Woven Bodies, una obra de danza contemporánea, la coreógrafa Dana Gingras y la artista multimedia Sonya Stefan exploran la intersección entre el cuerpo humano y la tecnología.
La pieza se desarrolla en un mundo donde la tecnología ha permeado todos los aspectos de la vida, transformando la forma en que nos relacionamos con nuestro entorno y con nosotros mismos.
Los bailarines se mueven en un escenario digital, interactuando con proyecciones visuales que responden a sus movimientos y gestos. A través de esta fusión de danza y tecnología, World Wide Woven Bodies cuestiona la naturaleza de la identidad humana en la era digital.
La obra invita al espectador a reflexionar sobre cómo la tecnología ha moldeado nuestra percepción del cuerpo y la realidad, y cómo podemos encontrar nuestra humanidad en un mundo cada vez más conectado.