Ratio Rasch, el presidente del planeta Gyllenblå, ha prohibido la risa y las emociones para crear una sociedad basada en la razón. La policía patrulla constantemente el planeta y cualquiera que sea sorprendido riendo es encarcelado y se le administra suero antirrisa. Solo unos pocos miembros de una guerrilla clandestina se oponen al presidente. En la Tierra, el excéntrico Dr. Krull escucha las señales del espacio exterior y se da cuenta de que hay que hacer algo, por lo que envía a los dos niños Cecilie y Fredrik a Gyllenblå. Epicykel, un guerrillero, siente su presencia y espera llegar a ellos primero, pero falla. Los niños van a la escuela, donde Fredrik tiene grandes dificultades para controlar su risa, pero Cecilie se adapta bien. El guerrillero sabe que la risa es contagiosa y Fredrik les da una nueva esperanza de devolver la risa a la gente de Gyllenblå.