La historia se desarrolla en una residencia de ancianos dirigida por un director envejecido con mano autoritaria. Por las noches, muchos de los residentes se reúnen en la sala de estar, penetrada por el frío de octubre, para escuchar las noticias. El anuncio da el número de muertes esperadas debido al próximo invierno duro.
En medio de la noche llega un camión cargado de ataúdes para ser almacenados. Al descubrir los ataúdes, los ancianos asumen que están marcados para ser liquidados y huyen en masa. Al día siguiente, su éxodo es descubierto y el director llama a las autoridades.
Resulta que los ataúdes eran la sobreproducción de una fábrica de ataúdes y fueron traídos solo para almacenamiento temporal. Comienza la búsqueda de pánico de los pensionistas, incluyendo helicópteros. Mientras tanto, el grupo es transportado a otra parte del país en un camión.
Se apoderan de un restaurante casi vacío, donde después de ser maltratados por un camarero, lo atan y siguen adelante. Un pescador solitario los invita a su casa donde, después de diferencias iniciales de opinión, fraternizan con un grupo de hippies. Ahí es donde la policía los acorrala.