Shiro y Kenji son una pareja gay que viven juntos. Uno es peluquero y es abiertamente homosexual. El otro es abogado y no se sincera sobre su sexualidad en el trabajo. Un día, cuando salen juntos, un cliente se les acerca para preguntarle a Kenji si Shiro es su amante gay. Dada la pregunta directa y cómo se plantea en público, la pareja se avergüenza y siente la naturaleza incómoda del entorno.