Mam Baldar es un cartero muy inusual que, durante muchos años, ha viajado por las aldeas montañosas del Kurdistán iraquí grabando y entregando mensajes de la gente. Un día, un comandante partisano le pide que grabe el primer llanto de su hijo recién nacido. Mam sale a buscar la aldea del comandante y, una vez allí, se le informa que todos los niños de la zona, así como la esposa embarazada del comandante, han sido evacuados a un valle lejano. Con férrea determinación, mamá se dirige de inmediato hacia el valle.