La hoz y el Martínez
Un día, en un pequeño pueblo, la hoz y el Martínez discutían sobre quién era más importante en la vida de los campesinos. La hoz argumentaba que sin ella, no se podría cosechar el trigo, mientras que el Martínez sostenía que sin él, no se podría sembrar la semilla.
La discusión se volvía cada vez más acalorada, hasta que finalmente decidieron hacer una apuesta. Acordaron que cada uno demostraría su importancia en la vida de los campesinos durante un mes, y al final del mes, verían quién había sido más útil.
La hoz se encargó de la cosecha, cortando el trigo con precisión y rapidez. Los campesinos estaban impresionados por su eficiencia y agradecían su trabajo. Mientras tanto, el Martínez sembraba la semilla con cuidado y dedicación, asegurándose de que cada planta tuviera las condiciones adecuadas para crecer.
Al final del mes, los campesinos se dieron cuenta de que tanto la hoz como el Martínez eran indispensables en su labor. Ambos se habían demostrado mutuamente su importancia, y desde entonces trabajaron juntos en armonía para asegurar una buena cosecha cada temporada.