Un matón forajido, atrapado en un pueblo aislado cerca de las fronteras, intenta escapar al país vecino. Captura a un enólogo pacífico, tomándolo como rehén en su propia casa, mientras las autoridades aprietan la soga a su alrededor. Después de la muerte de su esposa hace quince años, el enólogo se vio obligado a criar a su hija solo. Con el interés de protegerla, oculta la verdad; le dice a su captor que finja que es un inmigrante que trabaja como asistente de embotellado. El amor de la hija por el intruso pondrá a prueba su relación con su padre. Tras matar a dos policías que lo habían identificado a sangre fría, el enólogo queda petrificado mientras su hija permanece encantada. Se da cuenta de que su padre le ha estado mintiendo, lo que la hace decidir encubrir al extraño y ayudarlo a cruzar la frontera, justo después de ir a la capital a buscarle dinero y un pasaporte falso.