En el siglo XIX, en Bahía, el bandido Francisco Manoel da Silva, también conocido como Cobra Verde, es temido y respetado por los lugareños. Es contratado por el señor Octavio Coutinho para trabajar como matón en una de sus plantaciones de caña de azúcar, supervisando a los esclavos y la producción de azúcar.
Cuando las tres hijas de Octavio quedan embarazadas de Cobra Verde, es enviado a Almería, en el oeste de África, para negociar esclavos con el loco Rey Africano Abomey, en una época en la que este comercio estaba prohibido por Gran Bretaña. La soledad asociada al hecho de ser el único hombre blanco en Almería lleva a Cobra Verde a la locura.