Eritrea durante la guerra de independencia contra Etiopía. La madre de Awet la abandonó cuando era solo una niña y ahora está creciendo, en medio de la agitación, en un orfanato en Asmara. Su sentido de la justicia se hace evidente a una edad temprana; de niña, siempre está tratando de afirmarse y protestar contra la injusticia. Varios años después, su padre, a quien ella creía perdido, se la lleva a vivir con su nueva familia. Pero Awet no es bienvenido; su padre la atormenta y finalmente las entrega a ella y a su hermana a uno de los ejércitos de liberación de Eritrea. Las dos niñas son llevadas a un campamento donde serán entrenadas como soldados. Allí Awet experimenta la amistad, la solidaridad y el entusiasmo por los ideales de libertad. Pero su sueño se hace añicos cuando se da cuenta de que sus héroes están comprometidos en una brutal guerra de hermanos contra otro ejército de liberación. Enfrentada a la muerte y al fanatismo, Awet debe recurrir a su 'corazón de fuego', a su coraje y a su conciencia, para encontrar una salida a su calvario.