Durante el levantamiento mexicano de 1895 contra el presidente mexicano Díaz, los ex forajidos estadounidenses Cross y Boone se aventuran al sur de la frontera para recuperar un botín de oro de un antiguo atraco. Cross también afirma que aceptó una asignación discreta de los revolucionarios que quieren que Cross sabotee el tren del gobierno mexicano que viaja con Boone. Usan dinamita para volar las vías pero son capturados por el Ejército Mexicano. Para evitar ser ejecutados por un pelotón de fusilamiento, Cross y Boone aceptan la oferta del general mexicano García de trabajar para él. Su misión, contra todo pronóstico, como especifica el General, es tomar un tren lleno de dinamita desde Chihuahua hasta un puesto de avanzada del ejército en Durango. Su viaje los llevará a través de territorio rebelde, territorio indígena y tierras baldías pobladas por bandidos mexicanos. Sin muchas otras opciones, Cross y Boone aceptan el trato. Todavía no saben que un grupo de agentes de Wells Fargo los persigue y está empeñado en recuperar el oro robado.