En el centro de esta narrativa extremadamente visualizada están el ilusionista y su hermano, que es vago sobre la base de un gran amor o de una envidia exorbitante del hermano. Después de haber malcriado al hijo enfermo en un hospital psiquiátrico, la madre bendice al ilusionista en un largo viaje con una maleta. El consiguiente torbellino de eventos arrastra a los héroes más profundamente a su turbulento remolino.