Después de vivir en el norte de Inglaterra, Lenz regresa a París, la ciudad donde permaneció un tiempo. Se entera de la extraña desaparición de su madre, Madeleine, y se dispone a buscarla. Si necesita ayuda, puede contar con su amigo Louis. Conoce a Hélène, que lleva años viviendo en París. Ella es alemana, trabaja como enfermera y está casada con Paul. No se recupera de la muerte de su hijo. Este drama personal conmovió a la pareja. Paul todavía está enamorado de ella, pero, magullada y sintiéndose incomprendida, se ha mudado. Para olvidar su dolor, se lastima físicamente. También conoce a la joven Léna, una cantante que tiene un padre sobreprotector. Ella es la novia de Louis pero quiere vivir con Lenz, pero él la rechaza. Esto la pone muy celosa.