Los aldeanos Paul y Davie Nance estarían perfectamente felices, excepto por cuatro abortos espontáneos consecutivos. Ella transfiere su lado de enfermería al trabajo voluntario de la parroquia bautista. Por lo tanto, se preocupa por el viejo vecino gruñón, enfermizo e infiel, Olin Arrendal, mejor que la enfermera titulada. Agradecido, le hace conocer a su descarado nieto metodista callejero Clay, quien se mudó para conocer a su abuelo. Davie pronto encuentra irresistible el encanto pícaro de Clay, le divierte que ella lo 'acosa'. Entonces las cosas cambian.