En 1903, una joven escocesa se une a su prometido diplomático en Manchuria. Ella se casa con él y se encuentra en una zona de guerra. Desencantada con su marido, se enamora de un noble japonés casado, el conde Kentaro Kurihama, y le da un hijo. Se labra una vida en la sociedad japonesa, a pesar de las dificultades y el ostracismo que enfrenta como occidental y como mujer.