En Shanghai en la década de 1880 hay cuatro elegantes burdeles (casas de flores): cada uno tiene una tía (llamada madame), una cortesana en su mejor momento, criadas mayores y chicas en entrenamiento.
Los hombres se reúnen alrededor de mesas de comida, jugando juegos de beber. Una pipa de opio está a la mano. Las mujeres viven dentro de paredes paneladas oscuras.
El ambiente es sofocante, como si Chekhov estuviera en China. El melancólico Wang es el patrón de Crimson; ¿la dejará por la más joven Jasmin? Esmeralda planea comprar su libertad, ayudada por el patrón Luo. Pearl, una flor envejecida, educa a la voluntariosa Jade, quien cree tener un acuerdo de matrimonio con el joven maestro Zhu. ¿Está soñando?
Las mujeres se desvanecen, o conspiran, o desesperan.