Cuando el pequeño pueblo de Minyaka sufre una sequía, un extraño amable y misterioso se ofrece a hacer llover tocando su flauta; con la condición de que se le pague. Pero después Fluteman hace que llueva, e incluso la detiene; el ayuntamiento, ciego por su codicia y orgullo, se niega a pagarle. Fluteman se para ante la ciudad y les advierte de una maldición que traería; y así, al día siguiente, el patio de la escuela se desvanece en el silencio mientras todos los niños desaparecen en el monte ... excepto uno.