En 1965, el cierre planeado de una mina de carbón en Iwaki (noreste de Japón) dejará a 2,000 personas sin trabajo con efectos devastadores en la comunidad. La compañía minera planea construir el Centro Hawaiano para promover el turismo, pero la idea se encuentra con resistencia por parte de las familias sindicales de la comunidad que boicotean el esfuerzo.
Sin embargo, algunas de las jóvenes mujeres en Joban ven la convocatoria de bailarinas como una posible oportunidad de futuro. Norio Yoshimoto es puesto a cargo de organizar el centro, con Madoka Hirayama, una bailarina profesional que huye de sus acreedores en Tokio, contratada para entrenar a las bailarinas.
Kimiko, su amiga Sanae y Sayuri están entre las primeras en presentarse a las clases, pero pronto se les unen otras. Cuando la madre de Kimiko, Chiyo, descubre que ha faltado a clases para aprender a bailar, ambas discuten y Kimiko se va de casa.
Su hermano Yojiro, uno de los mineros recién desempleados, comienza a apoyar su baile al volverse protector de Madoka. Las chicas comienzan a recorrer comunidades vecinas y bailar para promover el centro, volviéndose más hábiles en el proceso.
Después de ver en secreto a Kimiko practicar y lo buena que se ha vuelto, Chiyo ayuda a reunir calentadores para salvar palmeras importadas de Taiwán de morir por el frío. Su cambio de actitud como líder de la organización de mujeres del sindicato cambia las simpatías de la comunidad a medida que se acerca la apertura del centro.
Madoka ha convertido a las hijas de los mineros de carbón en bailarinas profesionales, y Kimiko realiza un destacado baile en solitario en la inauguración.