Jim Jones no fue el único responsable del suicidio masivo. Culpa a la mujer que amó, usó y abusó en el camino. Todo en él era falso, incluso los "milagros" realizados. Ahora, estas mujeres describen cómo era estar en Jonestown. Por historias personales y cartas escritas a los seres queridos, el paraíso se perdió con el sexo y las drogas. El sueño se convirtió en una ilusión.