Sveta está ansiosa por escapar de Norilsk. Es aún más un sueño porque Maxim está en la lejana ciudad sureña de Temryuk esperándola (o eso cree ella). Nadya es la esencia de todo lo que Sveta odia de Norilsk. La situación empeora aún más cuando los amigos de Sveta utilizan sin vergüenza y perpetuamente los servicios sexuales de Nadya. Cuando el asqueroso despachador y la prostituta tienen la oportunidad de dejar Norilsk, el odio de Sveta alcanza su clímax. ¡Me ha robado el sueño!