Para el ingeniero Markus (Andreas Döhler), que participa en una celebración familiar con su esposa Monika (Jessica Schwarz) y su hijo Adam de 4 años, el evento, planeado como una feliz reunión, se convierte en un punto de inflexión en su vida. cuando le vienen a la memoria recuerdos de la infancia que habían estado reprimidos durante mucho tiempo. El detonante es un pequeño corte de su hijo de cuatro años, que acaba de regresar del baño con la abuela Renate (Katrin Pollitt). Markus se da cuenta de que fue abusado por su madre cuando era niño. En el banquete, su hermano menor Johannes da un discurso a su padre, que, sin embargo, enfatiza el papel principal de la madre en la construcción del negocio familiar. En la fiesta, Markus se detiene mucho, da respuestas evasivas a preguntas sobre cómo se siente y también hace contacto visual con su hermana Sabine. Este conocimiento recuperado ensombrece la vida del hombre, quien finalmente busca el enfrentamiento con su madre y quiere inaugurar a los demás familiares en su terrible secreto.