Christopher Skase era un fugitivo de cuello blanco hasta que Australia decidió lanzar una persecución no oficial para atrapar a Skase. El dueño de cadenas de televisión, hoteles y empresas quebró y huyó del país a España. Peter Dellasandro reunió a un equipo de cinco personas, incluido el jefe de seguridad de Skase, para viajar a Majorica y traer a Skase de regreso a Australia. El problema es que, antes de que puedan irse, tienen que conquistar la junta de Qintex, la antigua empresa de Skase.