Lydia, de treinta y tantos años, vive sola en una gran y antigua granja en la pequeña ciudad de Nueva Zelanda, y alberga fantasías para Christian, el chico de al lado. Cuando Lydia encuentra a la hermosa, enigmática e indigente Luella Miller escondida en su casa, se apiada de la joven y le permite quedarse. La intensa sexualidad y la seductora presencia de Luella interrumpen instantáneamente el delicado equilibrio de este pequeño pueblo. Se desarrollan amargos celos cuando Christian, como la mayoría de los hombres de la ciudad, cae bajo el hechizo de Luella. Lydia se ve obligada a confrontar finalmente a Luella y sus propios sentimientos por Christian, lo que la lleva a un clímax impactante y trágico.